El sábado por la noche se vivió un momento especial en la concentración del estadio Monumental, cuando los futbolistas y el DT Martín Demichelis salieron a saludar a los fanáticos. Los detalles de la bienvenida al equipo.
Como es habitual en estas ocasiones, los hinchas de River preparan un recibimiento que aseguran que será histórico para el equipo de Martín Demichelis al campo de juego del estadio Monumental, donde se enfrentará a Boca este domingo, en un nuevo Superclásico del fútbol argentino, esta vez por la fecha 15 de la Liga Profesional.
En la semana, la Subcomisión del Hincha de River convocó a los socios para colaborar con el armado de la fiesta, sobre todo después del golpe que recibió el equipo de Núñez al ser goleado por Fluminense en Río de Janeiro, por la Copa Libertadores.
En tanto, en el resto de las gradas, habrá más de 80 mil globos rojos y blancos que formarán la bandera del Más Grande. Los denominados “pendorchos” estarán en la Sivori, en la Belgrano y en la Centenario, mientras que en la San Martín alta se desplegará un enorme telón.
Se trata del ‘trapo’ gigante que cuenta con la cara de los ídolos (Beto Alonso, Ramón Díaz, Enzo Francescoli, Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Burrito Ortega, Marcelo Gallardo y Leo Ponzio). La bandera mide 120 metros de largo por 25 metros de ancho y pesa 1.100 kilos. Se necesitaron casi 200 personas para subirlo hasta la parte superior de la mencionada platea.
No será el único telón: la Subcomisión del Hincha tiene guardado un nuevo trapo, que será presentado este domingo en el Superclásico. Según pudo averiguar Clarín, la bandera tendría forma de una camiseta gigante, con el formato de la de 2018 y con una leyenda vinculada a la final de Madrid: “El M4s Gr4nde de la historia”.
Más allá de los telones, habrá humos blancos y rojos para el recibimiento, y fuegos artificiales que se detonarán detrás de la platea San Martín, como es habitual ante cada partido importante. Y habrá otras sorpresas más que tiene preparada la Subcomisión del Hincha.
Tras el aliento sostenido durante un largo rato, los jugadores aparecieron uno por uno, en fila india, por una suerte de cerco vallado, dispuesto especialmente para acercarse a los hinchas. Ahí vivieron de cerca el calor y el color de la gente, que comenzó a cantar cada vez más fuerte. Retumbó el “que mañana cueste lo que cueste / que mañana tenemos que ganar”.
