Otra vez el dolor inmenso en Mendoza por una muerte que golpea a Godoy Cruz. Esta vez se debe al fallecimiento de José Luis Sallei, también conocido como Gallego, entrenador de arqueros en el Tomba y quien se encontraba trabajando en las divisiones inferiores. Tenía 60 años y permanecía internado a causa de un infarto intestinal.
Su deceso ocurrió en la tarde de este viernes, cerca de las 15, en la Clínica Francesa, en donde se encontraba internado desde hacía varios días luego de ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones.
La triste noticia la comunicó el club a través de un sentido mensaje plasmado en un tuit en la cuenta oficial: “Hasta siempre, Gallego. Lamentamos profundamente el fallecimiento de José Luis Sallei, entrenador de arqueros de nuestro club. Acompañamos a familiares y allegados en este momento de dolor. Q.E.P.D.”
Hasta siempre, Gallego 🙌
Lamentamos profundamente el fallecimiento de José Luis Sallei, entrenador de arqueros de nuestro club. Acompañamos a familiares y allegados en este momento de dolor. Q.E.P.D. pic.twitter.com/sw6w725K9x
— Club Godoy Cruz (@ClubGodoyCruz) November 12, 2021
El Gallego comenzó su carrera en Andes Talleres, donde se consagró campeón en 1982, y luego empezó a ser parte del cuerpo técnico de Godoy Cruz con Alberto Garro a la cabeza del equipo que se encontraba en la B Nacional.
Seguido a eso fue el responsable de entrenar a arqueros que en algunos casos construyeron grandes carreras. Entre ellos, Sebastián Torrico, campeón de la Copa Libertadores e ídolo de San Lorenzo; Nelson Ibáñez, con pasado en Racing; Diego Pozo, que supo llegar a la Selección Nacional y Juan Bolado, actualmente en Deportivo Maipú.
Además, fue parte de los cuerpos técnicos de numerosos entrenadores del club Omar Asad, Sebastián Méndez, Daniel Oldrá, Lucas Bernardi, Jorge Da Silva, Martín Palermo, Diego Cocca, Juan Manuel Llop, Gabriel Heinze, Diego Martínez, Mario Sciacqua, Javier Patalano, Marcelo Gómez, Enzo Trossero, Sergio Batista, Diego Dabove, Nery Pumpido, Jorge Almirón, Carlos Mayor, Mauricio Larriera y Diego Flores