Después del exceso de aforo que hubo en el Superclásico, todos los ojos estuvieron puestos en la Bombonera, que volvió a abrir sus puertas luego de 578 días cerrada para los hinchas de Boca por culpa de la eterna pandemia de coronavirus. Difícil asegurar que se cumplió con el 50% que había exigido el Gobierno, ya que se estipulaba que habría 26.500 personas. A simple vista, se observaron 30 mil personas.
Lo que sí pudo constatarse es que hubo algunos huecos en la platea baja, ubicada debajo de los palcos centrales. También, en la zona amarilla de las plateas.
Distinto era el escenario en las populares, especialmente donde se junta la Doce: estaban repletas sin distanciamiento y con los barbijos, como en casi todas las tribunas del fútbol argentino, brillando por su ausencia o como simple elemento decorativo.
Algunos claros en las plateas de la Bombonera. Foto: Juano Tesone.
También, terminó colmada la primera bandeja de la tribuna Sur, por donde ingresó gran cantidad de gente cuando el partido estaba comenzado. Aseguran que se había aglomerado un montón de gente y la opción más saludable fue abrir las puertas para evitar males mayores.
Hubo banderas, bombos y el colorido habitual a orillas del Riachuelo. El operativo, para la Ciudad de Buenos Aires, sin embargo, resultó exitoso.